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😽 El consentimiento en los gatos: acariciar, sí… ¡pero no de cualquier manera!

  • Foto del escritor: Patricia Mendoza
    Patricia Mendoza
  • 18 may
  • 4 Min. de lectura

A menudo los imaginamos como máquinas de mimos o como criaturas férozmente independientes. Pero la verdad, como casi siempre con nuestros amigos felinos, se encuentra en algún punto intermedio.


Los gatos tienen sus estados de ánimo, sus límites, sus preferencias… y sobre todo, tienen derecho a opinar cuando se trata de contacto físico. Sí, el consentimiento no es sólo cosa de humanos: los gatos también pueden decir “no”.


🐾 ¿Por qué es importante?


Respetar el consentimiento de tu gato es, ante todo, una cuestión de bienestar y de relación de confianza. Un gato al que se obliga a recibir caricias cuando no le apetece puede sentirse estresado, invadido… y terminar evitando el contacto.


En cambio, un gato cuyos límites son respetados estará más relajado, más confiado y, sí, ¡más cariñoso (cuando él lo decida)!


🖐 ¿Cómo “pedirle permiso” a tu gato?


Pues sí, antes de lanzarse a una sesión de mimos, existe un pequeño ritual muy simple (¡y súper eficaz!) para saber si tu gato está de humor. ¿La idea? Dejarle elegir.


👉 Acerca tu mano despacio, sin forzar, y extiéndela a la altura de su nariz. Como si dijeras:"¿Quieres mimos? Tú decides."


🐱 Si está de acuerdo, se frotará contra tu mano con las mejillas — una señal clara de que sí quiere (y le encanta).


🚫 Si no le apetece, girará la cabeza, te ignorará por completo o se alejará… y en ese caso, nada de insistir. No es un rechazo personal, simplemente tiene sus límites, como cualquiera.


Es un gesto pequeño, pero marca la diferencia. Porque al dejar que tu gato elija, le estás mostrando respeto — y eso, los gatos, no lo olvidan.



🎯 Cada gato tiene sus preferencias… ¡y es totalmente normal!


Al igual que nosotros, los gatos tienen sus costumbres y gustos personales. Algunos adoran que les rasquen las mejillas, otros sólo disfrutan las caricias entre las orejas. Y luego están los que apenas toleran un roce… ¡pero siempre quieren dormir pegaditos a ti! 😺


👉 No se trata de que sean “fríos”, ni de una falta de cariño. Es simplemente su forma de sentirse cómodos.


📍 ¿El secreto? Aprender qué es lo que le gusta… y qué no. Y, sobre todo, respetar su espacio. Algunos odian las caricias en la barriga, otros en la cola… y algunos adoran los masajes en la frente. Obsérvalo, prueba con suavidad y respeta siempre sus límites.


💡 Y un pequeño bonus:✅ Cuando es el gato quien inicia la sesión de mimos (frotándose contigo, tocándote con el hocico o maullando bajito),➡️ la sesión suele ser más larga, más agradable y más relajada.


Porque sí: un gato que elige es un gato feliz.



🧘‍♀️ Estar cerca no siempre significa “tócame”


Es un error común: pensamos que si un gato se acurruca en nuestro regazo, se frota contra nosotros o se acomoda junto a nuestro brazo… es porque quiere caricias. ¡Pero no siempre es así!


🐱 A veces solo busca un poco de calor, consuelo o… un buen lugar para echarse la siesta.


🐾 Puede querer estar cerca de ti, sin contacto físico prolongado.


👉 Es como un amigo que se sienta a tu lado sin necesidad de iniciar una conversación: la presencia basta.


¿La buena actitud? Observar sus señales. Si ronronea, se frota y empuja su cabeza contra tu mano: ¡luz verde!


💚Pero si permanece tranquilo, inmóvil, o se tensa con tus movimientos… es que prefiere simplemente compartir un momento tranquilo, sin caricias.


Conclusión: a veces, la muestra de cariño más grande es… no hacer nada 💛


El fenómeno del "gato acariciado-mordedor":


Estás en el sofá, tu gato se coloca a tu lado, parece relajado, se frota, ronronea.... tu le acaricias, todo va bien.... y de pronto: mordedura sorpresa 😾 ! Tranquilo, ni eres el único ! A esto lo llamamos el "gato acariciado-mordedor".


Pero por qué un gato que ronronea y parece apreciar las caricias acaba por morder? Este comportamiento que puede parecer contradictorio.... pero que, para él, tiene sentido ! Esto se explica generalmente por una intolerancia progesiva al contacto.


Algunos gatos no les gusta ser acariciados durante demasiado tiempo, o en ciertos lugares. Pueden tolerar algunos segundos, pero sintiendo un malestar que augmenta. Si sus señales son ignoradas, la mordedura es su única forma clara de decir "STOP!"


A menudo, los gatos aprenden que sus señales subtiles no son comprendidas.... y acaban por "acortar" su secuencia de advertencia, llegando directamente a la mordedura.


🔍Las señales de alerta a observar:


🐾 La cola que bate o golpea el suelo. 

🐾 Las orejas que se bajan o se orientan hacia detrás. 

🐾 Las pupilas que se dilatan.

🐾 La piel que tiembla bajo tu mano.


💡 La solución? La educación.... del humano!


✔️ Aprender a leer las señales de estrés o de malestar en el gato es fundamental.


✔️ Respectar sus preferencias : algunos gatos prefieren las caricias únicamente sobre la cabeza o la espalda, otros odian las zonas como el vientre o la base de la cola.


✔️ No forzar el contacto, incluso cuando sea el gato el que viene a a acostarse a tu lado. Estar cerca no quiere decir "tócame".



🎯 En resumen :


  • A todos los gatos no les gustan las caricias en el mismo sitio, ni en el mismo momento. Los gatos tienen su propia menera de decir "si" o "no".


  • Aprender a leer las señales, es crear una verdadera relación de confianza.


  • El consentimiento, no es un lujo: es un acto de amor felino. El respeto de su languaje corporal es esencial para una relación armoniosa. 


    Y como siempre, en Pat Cat, hacemos campaña por una relación gato-humano basada en la confianza y comprensión mutua 😻


Necesitas ayuda para descodificar las señales de tu felino? Pat Cat está aquí para guiarte en los misterios del leguaje gatuno🐾




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