🖤 ¿Gatos negros: desafortunados o simplemente incomprendidos?

Son elegantes, misteriosos, a veces un poco ariscos… y sin embargo, tienen muchas dificultades para conquistar corazones en los refugios. Hablamos de los gatos negros, esos felinos magníficos que, a pesar de su encanto innegable, siguen sufriendo hoy una fuerte estigmatización.

¿Viejas supersticiones, ideas preconcebidas o mala iluminación? Sin embargo, los gatos negros no han hecho otra cosa que ronronear, dormir acurrucados en el sofá y cazar moscas.

Entonces, ¿por qué siguen siendo hoy los grandes olvidados de los refugios?

Sumérgete en un mito que, injustamente, se les ha pegado al pelaje.

📚 Una herencia oscura venida de la Edad Media

Todo comienza hace varios siglos, en una época en la que se temía lo que no se comprendía. En la Europa medieval, los gatos negros eran considerados los compañeros de las brujas, a veces incluso sus “familiares”, espíritus malignos con forma animal y percibidos como criaturas “diabólicas”.

Algunos llegaban a creer que un gato negro podía traer mala suerte simplemente con cruzarse en su camino. Una creencia absurda, por supuesto, pero que se ha incrustado en las mentalidades… y que, de forma sutil, sigue influyendo en los comportamientos incluso hoy en día.

📉 Cifras que dan escalofríos

Las consecuencias de estos prejuicios son muy reales, sobre todo en los refugios:

Los gatos negros tienen aproximadamente un 50 % menos de probabilidades de ser adoptados que los gatos de otros colores.

Pasan el doble de tiempo en los refugios: en promedio, 60 días, frente a 30 días para un gato atigrado, anaranjado o blanco.

Y aún peor: hay personas que se niegan a adoptarlos porque los consideran “menos fotogénicos”. El golpe final en la era de las redes sociales…

Basta con echar un vistazo a una gatera para comprobarlo: las jaulas de los gatos negros quedan vacías mucho más tarde, sin ninguna razón válida.

👁️ Menos visibles, pero no menos adorables

Es cierto que su pelaje oscuro absorbe más la luz, lo que los hace menos llamativos a primera vista. Pero detrás de esa aparente discreción, suele esconderse un carácter dulce, tranquilo y muy afectuoso. Muchos dueños de gatos negros te lo dirán: ¡son verdaderas bolas de amor!

No tienen nada de “desafortunados”. Son como los demás: a veces mimosos, a veces independientes, a veces graciosos o gruñones. En resumen, son gatos. Y merecen tanto amor y atención como cualquier otro felino.

💪 Luchar contra los prejuicios

Adoptar un gato negro es hacer un pequeño gesto para corregir una gran injusticia. También es afirmar que no te dejas llevar por supersticiones pasadas de moda.

Y entre nosotros… un gato negro es la elegancia encarnada. 🖤

📖 La anécdota de Plume

En un refugio colaborador de Pat Cat, Plume pasó más de 4 meses esperando una familia. Una gatita negra de ojos dorados, tímida pero tremendamente entrañable. A su lado, los gatitos atigrados se iban en pocos días, a veces en pocas horas.

Un día, una joven entró sin tener una idea clara. Vio a Plume, acurrucada en un rincón, que la miraba fijamente sin moverse. El flechazo fue inmediato.

Hoy, Plume duerme en una cama mullida, juega con un cordón rojo y da volteretas sobre la alfombra. “Nunca había pensado en adoptar un gato negro”, dice su nueva humana. “Y ahora me pregunto cómo pude haber dudado.”

🐾 Conclusión: ¿y si el gato negro trajera suerte?

Cambiar las mentalidades lleva tiempo. Pero cada adopción cuenta.

En Pat Cat, queremos romper con estos clichés de una vez por todas.

Adoptar un gato negro es:

🔸 Darle una segunda oportunidad a un felino que a menudo pasa desapercibido,

🔸 Ganar un compañero cariñoso y elegante,

🔸 Y contribuir a cambiar las ideas preconcebidas.

👉 Si te cruzas con un gato negro, no apartes la mirada. Tiéndele la mano. Tal vez cambie tu vida — o al menos, tu forma de verlos.

¿Preparad@ para enamorarte de una pantera en miniatura?

La felicidad no se mide por el color del pelaje…sino por la cantidad de ronroneos al día. 🐾